Condylura Cristata


El topo de nariz estrellada o topo estrellado es una especie de mamífero placentario que se distribuye por Norteamérica, especialmente en la costa nordeste de Estados Unidos.

Los adultos miden de 15 a 20 cm de longitud, pesan 56 g, y poseen 44 dientes. Tiene pelaje impermeable y posee grandes patas. El carácter distintivo del grupo es la presencia de 22 tentáculos rosados, móviles y flexibles al final del hocico. Dichas prolongaciones poseen una gran sensibilidad táctil; tanto en la oscuridad como fuera de ella son esenciales en la captura de gusanos, insectos y crustáceos. Tiene dicha sensibilidad debido a que Condylura Cristata es ciego,  se sospecha que emplea la nariz para detectar la actividad eléctrica de los animales de presa. El 50% de su cerebro  está dedicado a procesar la información proveniente de su nariz; de forma tal que la información de sus ojos, virtualmente ciegos, ha sido sustituida por la proveniente de su órgano olfatorio.

Como las demás especies de topos, los de nariz estrellada son cavadores, cavan una red de túneles en la tierra húmeda. Los túneles que construye son de unos 4 cm de diámetro y de 5 a 60 cm. de profundidad. A diferencia de otras especies de América del norte, Condylura cristata es un buen nadador y puede dispersarse por los cursos de agua, incluso en contra de la corriente, por lo que muchos de los túneles que construye presentan una apertura bajo la superficie de un río o un lago.

Se alimenta de pequeños invertebrados, insectos acuáticos, gusanos y moluscos. También se alimenta de juncos, musgo y otro tipo de vegetación, pero el 90% de su dieta la componen los alimentos de origen animal.

A pesar de no tener ojos, su patrón de actividad es diurno, ya que es el momento en que sus presas circulan con mayor frecuencia en torno a sus madrigueras. Estos pequeños mamíferos resisten temperaturas muy bajas, aunque muestran un letargo invernal, época en la que, merced sus garras, pueden perforar la nieve y cursos de agua parcialmente congelados para escapar de las inclemencias del tiempo.

Parecen ser monógamos durante la temporada de cría. Macho y hembra se emparejan ya en otoño, y permanecen juntos durante la temporada de apareamiento, entre marzo y abril.

La gestación dura unos 45 días, y las crías nacen a finales de abril hasta mediados de junio. Las hembras producen una camada por año, de entre 2 y 7 individuos, aunque 5 es el tamaño de la camada típica. Si una hembra no tiene éxito en la reproducción, puede aparearse de nuevo, produciendo una camada, tan tardía que puede llegar a darse durante el mes de julio. Al nacer, las crías no tienen pelo, miden aproximadamente 49 mm de largo y pesan alrededor de 1,5 g. Los ojos y los oídos se cierran y los tentáculos de la estrella se doblan hacia atrás a lo largo del hocico. Los ojos, los oídos y la estrella se vuelven funcionales al cabo de 2 semanas. A los 30 días la cría abandona a la madre y alcanza la madurez sexual a los 10 meses. Las hembras protegen a sus crías durante todo el verano, en el transcurso del cual, los pequeños amamantan y alcanzan el tamaño y habilidades propias de la especie.

Es una especie relativamente común en sus áreas de distribución, son discretos y habitan en zonas húmedas, el ser humano no suele afectar directamente a la especie. No obstante, un gran número de ejemplares son a menudo atrapados en las trampas colocadas para la rata almizclera, aunque no parece afectar negativamente al tamaño de las poblaciones.

 

BIBLIOGRAFÍA:

http://www.lahojadearena.com/

https://es.wikipedia.org

http://deanimalia.com/

 

 

Esta entrada fue publicada en 13. Las personas y el medio ambiente y etiquetada , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario