Es una enfermedad en la que uno o ambos testículos no se desplazan desde el abdomen, que es donde se forman antes del nacimiento.
Estos empiezan a descender del estómago a partir de los nueve meses, los testículos no descendidos son bastante comunes en los bebés que nacen prematuros.
Los testículos no descendidos son muy propensos al cáncer y por eso esta enfermedad debe diagnosticarse y resolverse lo más pronto posible, entre los 12 o 18 meses de edad.
La mayoría de los casos reciben tratamientos hormonales o quirúrgicos.
En muchas especies de animales, esta enfermedad es hereditaria, es decir, que se va pasando de padres a hijos.
Normalmente con una operación quirúrgica suele bastar para solucionar el problema, pero en una minoría de casos no es así y estas personas están durante toda su vida expuestas a muchos problemas de salud.
En otros casos, antes de que los bebes lleguen a los cuatro meses de edad, puede que el problema se les corrija solo.
Estas son algunas enfermedades a las que puede derivar:
- Cáncer testicular
- Problemas de fertilidad
- Torsión testicular
- Traumatismo
- Hernia inguinal
Y estos son los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer esta enfermedad:
- Nacimiento prematuro
- Un bajo peso al nacer
- Que algún familiar la sufra
- Obesidad en la madre
- Diabetes en la madre
- Uso de tabaco y alcohol por parte de la madre durante el embarazo